María Celeste Arrarás habló por primera vez sobre en dónde descansarán los restos de su pareja Raúl Quintana, quien murió repentinamente el pasado 2 de mayo tras un infarto mientras el venezolano se ejercitaba en su casa de Miami.
Arrarás de 63 años, abrió su corazón en una extensa entrevista para la revista People en Español en la que detalló los últimos momentos que vivió al lado de su compañero y cómo sus hijos y ella han decidido el lugar donde esparcirán parte de sus cenizas.
La periodista y presentadora de televisión llevarán una parte de las cenizas de Quintana a Aspen, que era su lugar favorito en el mundo. La otra parte se dispondrá en una ceremonia especial de los Navy Seals en la Florida, pues Quintana era veterano de Guerra y luchó a los 19 años en la invasión de Panamá, entre otras misiones.
Aseguró que además de ser un “empresario exitoso” jamás dejó de lado su sentir patriótico que lo llevó a colaborar con el Museo de los Navy Seals y con Trident House, una organización que ayuda a las familias de los Navy Seals muertos en combate.
El Vía Crucis de María Celeste tras la tragedia
“Había llegado a Madrid para ver el abierto de tenis [de la capital española]”, dijo la conductora y periodista y continuó con su relato: “(Iba a) seguir con unas amigas en un peregrinaje por el Camino de Santiago. Llevábamos un año planeando ese viaje.
La periodista aseguró que se sentía agradecida de haber dejado un mensaje para su novio antes del trágico suceso.
“Antes de salir para el aeropuerto le dejé junto a sus cosas una nota escrita a mano diciéndole algo muy bonito, como si presintiese lo que iba a pasar. ¡Cuánto me alegro de haberlo hecho!”, señaló.
La noticia la recibió de uno de sus hijos, quien la llamó aún cuando Quintana era atendido por el personal de emergencias.
“Julián, mi hijo mayor, me llamó alarmado para decirme que los paramédicos estaban en la casa porque Adrián había encontrado a Raúl inconsciente, junto a la máquina caminadora en la que había estado ejercitándose”, recordó.
“Todo me pareció irreal porque en el teléfono podía escuchar al personal médico tratando en vano de resucitarlo. Mi hija Lara, que lo adoraba y que lo acompañó en la ambulancia, me iba explicando lo que sucedía hasta que fue evidente que ya nada más se podía hacer”, agregó.
El duro regreso a casa de María Celeste
Sobre el regreso a casa para enfrentar la dura realidad, María Celeste aseguró que pasó toda una travesía, pues no encontraba espacio en las aerolíneas que le permitieran regresar a Miami.
“No había vuelos de regreso a casa sino hasta el día siguiente, pero por suerte estaba acompañada de un grupo de amistades de toda la vida que me cuidaron mucho y se encargaron de coordinar todos los pormenores para mi regreso”, aseguró.
Y en todo momento estuvo cuidada por el personal de la aerolínea. “Hasta hablaron con la jefa de azafatas para que estuviera pendiente de mí y en ese avión ellas me cuidaron con una ternura que me dejó conmovida. ¡Nunca las olvidaré!”, dijo Arrarás a la revista.
Su historia de amor
La puertorriqueña también recordó parte de su historia de amor con Quintana, quien tenía 57 años.
“Fue la persona que me enseñó lo que es el amor incondicional porque me quería en todas mis versiones, con todos mis defectos y virtudes. Siempre fui su persona favorita, su prioridad y no pasaba un día sin que me demostrara cuánto me quería”, señaló.
Agregando que en todo momento vivieron momentos buenos. “Era un gran compañero, divertido y cómplice por eso deja un hueco muy profundo”, aseguró.
La conductora también dijo que se conocieron en Fisher, un club de Miami donde ambos eran socios.
“Nos vimos de lejos en varias ocasiones y siempre hubo una gran atracción física, pero no nos vinimos a conocer sino hasta unos años después, cuando una amiga en común nos presentó”, relata Arrarás.
“Cuando lo conocí, descubrí que no solo era bello por fuera. Él ayudaba a todo el mundo, tenía un gran corazón y era la persona más alegre y optimista que jamás he conocido. Nunca en su vida se despertó de mal humor. Todo el mundo que lo conoció dice lo mismo”, recordó la presentadora.
Y aunque no todo fue perfecto, Arrarás aseguró que retomar la relación después de un episodio difícil entre los dos, los hizo regresar más fuertes. Esto sucedió tras a un altercado doméstico donde estuvo involucrada la policía en el 2010. Ella llamó a las autoridades después de una pelea entre ambos y lo denunció por violencia doméstica, pero los cargos fueron desestimados y él se declaró inocente.
“Fue un incidente aislado que yo reporté en su momento y que llevó a un periodo de separación. Después de un tiempo considerable le di una oportunidad y jamás en la vida volvió a haber algún tipo de problema entre nosotros”, dijo Arrarás.
“Por el contrario, jamás discutíamos, nos llevábamos muy pero que muy bien. Éramos muy afines, nos gustaban las mismas cosas y él era muy atento conmigo. ¡Hasta me preparaba y llevaba desayuno a la cama todas las mañanas! A diario me sorprendía con mil detalles como ese. ¡Por algo mis amigas decían que teníamos que clonarlo!”.
“A mí me cuesta aceptar la finalidad de la muerte y sus consecuencias. Creo que esa ausencia irremediable que tiene lugar cuando se acaba la vida de un ser querido es algo que toma tiempo asimilar”, aseguró María Celeste.
Pero también agregó que es fuerte ante las circunstancias pues nada quedó pendiente entre ellos.
“Yo tengo una narrativa interna sobre lo sucedido que es muy positiva y que me ayuda mucho a lidiar con la pérdida. Constantemente me recuerdo a mí misma que la muerte lo sorprendió en el momento más feliz de su vida, algo que él repetía casi a diario. Me recuerdo a mí misma que murió tan repentinamente que por eso no sufrió”, agregó.
“Además, me siento tranquila porque lo valoré en vida y se lo demostré, sobre todo en estos últimos tiempos. Por lo tanto no cargo con culpas, solo con lindos recuerdos”, finalizó.
