Se dice que el príncipe Andrés estaría enfrentando un desalojo por parte de el rey Carlos III después de supuestamente descuidar el pago de una cuenta que asciende a $503,000 dólares, por el mantenimiento de su mansión de $37 millones.
El príncipe, de 63 años, ha estado luchando por permanecer en la histórica casa Royal Lodge, que requiere un mantenimiento anual de $503,000 dólares. La extensa propiedad es una mansión del siglo XIX, catalogada como Grado II, y que se encuentra bajo la propiedad de la finca del rey Carlos.
Se dice que el monarca había exigido previamente que Andrés y su exesposa la duquesa Sarah Ferguson desalojaran la propiedad de 90 acres y se mudaran a un lugar más pequeño, como Frogmore Cottage, la antigua residencia de el príncipe Harry y la duquesa Meghan. Sin embargo, se informó que Andrés pensaba que mudarse a esa casa habría sido una degradación demasiado grande.
En su actual residencia, algunas fuentes señalan que el edificio tiene problemas de humedad y desgaste que lo están devastando. Las grietas se están agravando en la mampostería, el yeso se está cayendo y la pintura se está descascarando, según revelan las nuevas fotos.
Su subsidio anual, que se cree es de £250,000 ($314,000 dólares, aproximadamente) fue congelada después de que el escándalo de Jeffrey Epstein hiciera que el palacio le pidiera que se retirara de los deberes públicos.
Por otro lado, hay versiones que apuntan a que el rey es reacio a echar a Andrés de la propiedad, ya que el príncipe la adquirió al Estado de la Corona en 2004 con un contrato de arrendamiento a largo plazo.
Antes del escándalo Epstein, Andrés gastó millones en renovaciones y si se viera obligado a mudarse, el Estado de la Corona podría terminar debiéndole dinero. Un informante le dijo a Metro Online: “Está claro que el duque no se irá sin luchar. Esto probablemente terminará en lágrimas, muy probablemente las suyas”.
Habían corrido rumores que el príncipe William y la princesa Kate, que actualmente viven en una casa de campo de cuatro dormitorios en Windsor con sus tres hijos, podrían mudarse a Royal Lodge.
También se ha dicho que el Estado de la Corona no descartaría alquilar comercialmente Royal Lodge para obtener la mejor rentabilidad.
Pero mientras Andrés se enfrenta a problemas cada vez mayores, Carlos se ha concentrado en su recuperación del cáncer y en reclutar a su hermano menor el príncipe Edward y su esposa la duquesa Sophie para que ayuden a representarle en sus deberes públicos.
Carlos ofreció una breve actualización de salud durante su regreso a los deberes después de ser diagnosticado con cáncer a principios de este año. Charles, de 75 años, y la reina Camilla, de 76 años, visitaron un centro de tratamiento de cáncer el martes 30 de abril, donde se reunió con varios pacientes y dijo que la noticia de su enfermedad fue un “poco impactante” al principio, según varios medios del Reino Unido.
Cuando un paciente preguntó cómo estaba, él respondió, “No demasiado mal”, revelando que también estaba programado para recibir “tratamiento esa tarde”. Se anunció en febrero que el rey estaba siendo tratado por un tipo no especificado de cáncer que se descubrió después de su cirugía de próstata.
Desde entonces, ha sido nombrado el nuevo patrocinador de Cancer Research UK. Antes de la visita a la clínica, Charles y Camila celebraron su 19º aniversario de bodas. El gran día fue marcado por una nueva foto de la pareja, que mostró a Charles sonriendo junto a su esposa, mientras ella lo abrazaba.
